CUBA EN LA RED
En el año 2008, un artículo publicado por Paul Boutin, editor de la revista norteamericana Wired, pronosticaba la muerte inmediata de los blogs. La causa del supuesto deceso radicaba en la popularidad de las redes sociales, las cuales en solo unos meses habían acaparado la atención de millones de usuarios en el mundo y superaban las expectativas de sus propios creadores.
Es por ello que la mencionada publicación consideró pertinente incluso, sugerirle a los internautas que cerraran sus blogs, debido a que redes como Facebook o You Tube, dos de las más reconocidas, habían desarrollado las mismas características que en su momento hicieron populares a los también llamados weblogs o diarios en línea, entre ellas, la sencillez y la rapidez para publicar, la posibilidad de insertar contenidos multimedia, y las opciones de compartir o comentar.
Justo cuando los blogs – de acuerdo con las predicciones – estaban a punto de desaparecer, en Cuba aumentaba el uso de esta herramienta, principalmente entre periodistas, estudiantes, intelectuales, miembros de la oposición y, en menor medida, otros actores sociales que disponían del acceso en un país donde sólo unos pocos pueden conectarse. Y si bien las redes sociales – especialmente Facebook – han conquistado en la Isla una aceptación similar a la del resto del mundo, como anunciaba la publicación de Paul Boutin, la cantidad de weblogs cubanos va en sorprendente aumento.
¿A qué se debe el éxito de la herramienta? Para comprenderlo es necesario que centremos nuestra mirada en el escenario público cubano, marcado por un proceso revolucionario sin precedentes en América Latina por sus principios de equidad social, pero que en el empeño por mantener su control de más de cinco décadas, suprime el derecho a la libre expresión de sus ciudadanos.
Como consecuencia, los cubanos carecen de un espacio público de discusión, libre del control del Estado, en el que se promueva la participación ciudadana y el debate sobre los problemas de interés nacional. El problema es evidente en las líneas editoriales de los medios de prensa, controlados por el Departamento Ideológico del PCC y – como consecuencia de las censuras y las autocensuras – con contenidos que no se relacionan con las preocupaciones y las necesidades reales de los cubanos.
Sin embargo, en medio de los silencios y como resultado de la necesidad de decir y de hacer, emana una Cuba nueva, mucho más viva, inclusiva y diversa. Una Cuba que se apropia de las redes para exponer sus dudas e impulsar la discusión ciudadana sobre el presente y los posibles destinos de la nación. De esta manera, los blogs se han convertido en uno de esos espacios a los que más se recurre para publicar las consideraciones sobre los sucesos que suelen permanecer censurados, y para compartir experiencias, saberes o historias del día a día.
Cuando la prensa permanece callada, los blogs ocupan su misión de representar y dialogar con los ciudadanos, al menos, con los que pueden conectarse o recibir los artículos por el correo electrónico, un servicio más extendido en Cuba. ¿Sobre qué se habla? Sobre la emigración, las carencias económicas, la crisis de valores en la sociedad, las relaciones Estados Unidos – Cuba, la actualización del modelo económico y político en la Isla, los problemas en los servicios públicos y lo relacionado con la propia necesidad de expresión, por solo mencionar algunos de los asuntos más debatidos por los blogueros y sus seguidores.
Poco a poco, palabras como blogs, redes sociales, ancho de banda y conectividad comienzan a ser más recurrentes en los discursos de los líderes cubanos, y avivan las esperanzas de los ciudadanos de poder adentrarse en la inmensidad de la World Wide Web, un mundo desconocido para muchos.
La semana pasada, el Primer Vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, habló en la TV nacional sobre el interés de la máxima dirección del país en ampliar las posibilidades de conexión, como resultado de las nuevas relaciones con Estados Unidos. Según sus palabras, la propuesta es “avanzar en un amplio proceso de informatización que garantice el uso seguro y amplio de Internet de manera inclusiva en función del desarrollo del país (…) El Estado trabajará para que este recurso esté disponible, accesible y costeable para todos.”, expresó en un horario de máxima audiencia.
De cumplirse estos pronósticos, crecerá el valor de los blogs, de Twitter o de Facebook como espacios para la conversación entre cubanos, los que residen en el país y los que no, convencidos de la importancia de la deliberación para el desarrollo de la Isla caribeña.
También se habla del miedo del Estado a ese diálogo de voces diversas y al poder de convocatoria posible mediante la red. De hecho, Díaz Canel ha sido claro: “El derecho de todos a Internet supone deberes en relación con su uso adecuado y conforme a la ley, y supone también la responsabilidad de velar por la defensa del país y su integralidad (…) la estrategia de uso de esta herramienta tiene que ser liderada por el Partido”.
Esperemos que ahora que Cuba realmente llegará a la red y la red a los cubanos, el Estado comprenda y valore la importancia de escuchar a la ciudadanía en este nuevo escenario, y no lo convierta en otro espacio para las prohibiciones, las censuras y la paranoia.
SF comparte son sus lectores el documental Blog Bang Cuba, del realizador y periodista cubano Claudio Peláez Sordo, donde escucharemos los testimonios de especialistas y blogueros reconocidos en la Isla.