MÉXICO VOLVIÓ A LA CALLE
Tres meses se cumplieron del crimen, pero el pueblo no los olvida. Más bien, la indignación crece a medida que pasan los días y de los muchachos desaparecidos no se sabe nada. Por eso, las voces de los mexicanos se escucharon nuevamente en cada rincón del país.
En el DF, más de mil 200 personas marcharon desde el Ángel de la Independencia hasta el Monumento de la Revolución. Allí estuvieron los padres de los normalistas, representantes de varias organizaciones sociales y la sociedad civil. De acuerdo con la Secretaría de Gobierno, no se registraron incidentes.
La marcha de este 26 de diciembre, estuvo precedida por varias acciones que encabezaron los padres de los desaparecidos. Durante la madrugada del pasado miércoles, cuando muchos celebraban su Noche Buena y permanecían guarecidos de la lluvia, ellos llegaron desde Guerrero hasta las inmediaciones de la casa de Los Pinos, la residencia de Enrique Peña, para recordarle que aún no ha cumplido con su promesa: encontrar a sus hijos vivos o esclarecer los hechos de aquella noche en Iguala. No avanzaron más porque un grupo de granaderos les bloqueó el paso.
Otra de las acciones previas a la marcha de este viernes ocurrió en la sede diplomática de Alemania en el Distrito Federal, donde padres y compañeros de los normalistas le exigieron al gobierno germano no venderle armamento al gobierno de Peña Nieto, pues de acuerdo con las investigaciones, las armas usadas contra los estudiantes eran de procedencia alemana.
“Ni navidad, ni año nuevo. Vivos se los llevaron, vivos los queremos”, volvieron a exclamar los reunidos.
Además del DF, otros estados y ciudades mexicanas se convirtieron en escenario de marchas por los desaparecidos: Jalisco, Toluca de Matamoros, Oaxaca e Iguala.
En el caso de Iguala, maestros y normalistas arremetieron contra un cuartel ubicado en este municipio del estado de Guerrero, donde ocurrió el secuestro de los 43 estudiantes. Durante la marcha – que salió del mismo lugar donde fueron asesinados los alumnos Daniel Solís Gallardo y Julio César Ramírez Nava – se exigió la renuncia del gobernador del estado, Rogelio Ortega Martínez.
Pasadas las seis y media de la tarde, partió la concentración desde el Parque de la Revolución, en el centro de Guadalajara, convocada a través de las redes sociales por el colectivo Ayotzinapa Somos Todos Jalisco. El grupo inicial de unas 500 personas, pero al que se sumaron muchos otros manifestantes a medida que se avanzaba por la Avenida Juárez, iba encabezado por banderas rojas y negras, con los nombres de los normalistas.
En las ropas, predominaba el color negro. Unos llevaban veladoras en sus manos, mientras otros portaban mantas y carteles, en los cuales podía leerse: “No están solos, Ayotzinapa somos todos” o “Fue el Estado”.
El grupo llegó hasta la sede de la Procuraduría General de la República (PGR) en Jalisco, y allí exclamaron los nombres de los 43 estudiantes. Posteriormente, los manifestantes se acostaron en el suelo durante tres minutos, a tres meses de un crimen que estremece a toda una nación.